La enfermedad celíaca (EC) es una afección crónica del intestino delgado que involucra al sistema inmune. Se desencadena cuando la mucosa intestinal entra en contacto con el gluten, una proteína presente en el trigo, la cebada y el centeno, en personas genéticamente predispuestas. En Chile, la Encuesta Nacional de Salud 2009-2010 estimó una prevalencia de 0,76%, siendo más frecuente en mujeres que en hombres (1,1% versus 0,4%, respectivamente).
Las manifestaciones de esta enfermedad son sistémicas, es decir, afectan a distintos órganos y sistemas del cuerpo, con síntomas tanto intestinales como extraintestinales. Mientras que en niños suele presentarse el cuadro clásico de diarrea crónica, malabsorción y desnutrición, en adultos la presentación puede ser muy variable. Algunos experimentan síntomas digestivos como dolor abdominal, hinchazón, diarrea o constipación (estitiquez), mientras que otros pueden sufrir de fatiga, baja de peso o incluso estar completamente asintomáticos.
El diagnóstico comienza con la detección de anticuerpos específicos en la sangre. Si los resultados son positivos, se realiza una endoscopía digestiva alta con biopsia del intestino delgado para confirmar la enfermedad. Una vez diagnosticada, el tratamiento consiste en una dieta estricta libre de gluten, lo que permite la recuperación progresiva de la mucosa intestinal y la mejora significativa de los síntomas. Muchas personas experimentan un antes y un después al iniciar el tratamiento, recuperando su energía, bienestar y calidad de vida.
La buena noticia es que con un diagnóstico oportuno y el seguimiento adecuado, es posible vivir plenamente. Si presentas síntomas digestivos persistentes, fatiga sin causa aparente, o tienes antecedentes familiares de enfermedad celíaca, no lo dejes pasar. Consultar a tiempo puede cambiar tu vida. Tu salud y bienestar comienzan con una simple consulta.